Descripción
Ahora veamos los secretos que conocen (y aplican) las personas exitosas. El que quiere hacer algo, encuentra el medio. El que no quiere hacer nada, encuentra la excusa. Rara vez un individuo supera sus propias expectativas. Solamente en el diccionario “éxito” viene antes que “trabajo”. El futuro no es lo que va a ocurrir, sino lo que seamos capaces de edificar. Pude ver más lejos que los demás porque me subí a los hombros de gigantes. Decían que era imposible. Y lo demostramos. Normalmente es mas fácil obtener disculpas que permiso. La diferencia entre un “vivo” y un inteligente es que el vivo sabe salir de los problemas… en los que el inteligente no se habría metido jamás. El éxito es solo cuestión de suerte. Si no lo cree, pregúntele a cualquier fracasado. El entusiasmo es contagioso. Sea portador.
La rutina es el hábito de renunciar a pensar. El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El realista ajusta las velas. Aquel a quien se le niega la posibilidad de tomar decisiones importantes, comienza a considerar importante cualquier decisión que se le permita tomar. Nuestra mayor gloria no consiste en no equivocarnos jamás, sino en levantarnos luego de cada equivocación. Liderar es crear un mundo al que las personas deseen pertenecer. El principio más sólido del desarrollo consiste en la capacidad de elección. Lo bueno de la empatía es que nos permite disfrutar los éxitos ajenos como si fueran propios. Generalmente ganamos la confianza de aquellos en quienes ponemos la nuestra.